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Revista de ArteS
Buenos Aires - Argentina
Edición Nº 51 - Julio / Agosto 2015

   
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Costumbres

Geishas,

arte y misterio

 

 

Se las ve pasar con sus kimonos elegantes, sus peinados elaborados, su maquillaje blanco con sutiles toques rosados y sus pasitos rápidos, por las calles de Japón. Son, junto con los luchadores de sumo, después de la desaparición del samurai, el único exponente visible del pasado nipón.

 

La palabra Geisha proviene de los fonemas chinos "Gei" -arte- y "Sha" -persona.

 

Antiguamente, en la Era de Edo hasta la Era de Meiji, la palabra geisha se aplicaba a cualquier persona que profesara artes -poesía, teatro, pintura- pero también se extendía a otros sectores como el religioso, deportivo, docente y actores. Ese conglomerado de actores y bailarines de teatro ambulante eran conocidos como kabuki odori, los antecesores de las geishas. Eran hombres que bailaban ante los samurais, celebraban la ceremonia del té, servían sake y tocaban el shamisen, un instrumento parecido a una guitarra pero de tres cuerdas, cantando, bailando, recitando, entreteniendo... Con el paso del tiempo, las mujeres comenzaron a ganar protagonismo y allá por 1800 ya gozaban de cierta importancia, hasta llegar a desplazar por completo al género masculino en el bello arte de recrear.

 

Los sitios donde se representaba el kabuki fueron diseminándose, también las artes y la prostitución. Esto no fue visto con buenos ojos por el gobierno, quien decidió limitar estas actividades y centrarlas en los llamados "distritos de placer", controlados por las autoridades.

 

Hasta 1779, las geishas fueron reconocidas como artistas y se adoptó el sistema kenban, que restringía a cien el número de artistas y las mantenía al margen de la prostitución y actualmente funciona como un sindicato de geishas. El mito de la prostitución ha perseguido a las geishas casi desde su existencia. No es cierto que se dediquen a ello pues cabe destacar que, aunque flirtear entra entre sus muchas funciones, nunca hay sexo entre sus actividades. No obstante, también es cierto que pueden mantener relaciones sexuales con un cliente si así lo desean, aunque siempre fuera de su papel como geishas.

 

La formación de una geisha se inicia en la niñez. Muchas, de hecho, son vendidas para aprender la labor al comienzo de sus vidas. Es en ese momento cuando comienzan a aprender a desempeñar su rol desde el primer peldaño: limpian la casa, sirven como criadas y cuidan el hogar. Todas contarán luego con una mentora que las ayudará a desarrollar sus talentos, denominada hermana. En la actualidad, son pocas las japonesas que se convierten en geishas, su educación es tan especial y rigurosa que implica muchísimo dinero. Durante su formación aprenden antiguas artes niponas, danza, canto, música, política, filosofía.

Aunque el tiempo de aprendizaje puede durar varios años, normalmente a partir de los 21 años una geisha es considerada experta o veterana y abandona su condición de Maiko en una ceremonia llamada Erikae, en la que el cuello de su kimono, hasta ese momento de color rojo, pasa a ser blanco.

 

Vestuario y maquillaje son fundamentales para toda geisha e indican en qué fase de su carrera se encuentran. El color de su rostro determina si la geisha es aprendiz o veterana. La aprendiz utilizará una base blanca y color rojo en los labios, pero tras sus primeros tres años de experiencia, modificará el maquillaje para transmitir madurez y veteranía, apagando el tono de su rostro.

 

Las geishas viven juntas y en comunidad. Basan su vida en la humildad, motivo por el cual perciben una pequeña paga y entregan el resto a la denominada geisha madre, encargada de su educación. Hay, sin embargo, geishas independientes cuyo sustento económico es financiado por clientes que incluso, en algunos casos, deciden casarse con ellas.

 

Hoy, debido sobre todo a la crisis económica y determinados acontecimientos de nuestra historia, el número de geishas ha disminuido de forma notable y la cifra ronda solamente las mil, concentradas en su mayoría en Kioto, donde la tradición sigue más arraigada.

 

El video que podrán ver a continuación es un exhaustivo documental sobre los devenires de las geishas en su evolución histórica hasta nuestros días, incluída la época de la Segunda Guerra Mundial.

 

 

 

Fuentes:

www.abc.es

www.eluniversal.com.mx

www.youtube.com

 

   
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