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Revista de ArteS
Buenos Aires - Argentina
Edición Nº 55 - Agosto 2017

   
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MARIETTA ROBUSTI,

LA TINTORETTA

 


Autorretrato - Museo del Prado

Marietta Robusti nació en Venecia en 1556 -aunque algunos autores como Ridolfi marcan como fecha de su nacimiento el año 1560- y fue la segunda descendiente de uno de los grandes maestros de la escuela veneciana, Jacopo Robusti, conocido con el apodo de “Tintoretto” por ser hijo de un tintorero de sedas. Marietta, también llamada “la Tintoretta”, fue muy apegada a su padre, la preferida de los ocho hijos del pintor. Para que pudiera acompañarlo a todas partes y recibiera un aprendizaje más completo, Jacopo vestía a su hija de varón. Le enseñó su técnica pictórica que ella asimiló hasta el punto en que llegó a ser imposible distinguir diferencias en los trabajos de ambos. En la biografía de Tintoretto por Ridolfi, publicada en 1648, dice que Marietta ejemplificaba el ideal humanista de femineidad de aquel tiempo, ya que fue bien educada y se le permitió desarrollar sus habilidades para el arte y la música. Practicó también canto, laúd y clavecín bajo la instrucción del napolitano Giulio Zacchino y se cuenta que solía cantar para su padre mientras este pintaba.

Marietta trabajó en el taller de Jacopo durante quince años; al tiempo que lo ayudaba en sus obras y enseñaba pintura, recibía encargos de retratos de la aristocracia veneciana, logrando tal éxito que ya era una moda posar para “La Tintoretta”. Su primer retrato, según Elizabeth Fries Ellet, fue el de Marco del Vescovi, muy admirado especialmente por la pintura de la barba, según esta autora algunos ya se aventuraron a decir que había igualado a su padre en la ejecución de esta obra.

El Emperador Maximiliano quedó muy impresionado por el gran parecido logrado en un retrato de su anticuario Jacopo Strada que este le llevó como curiosidad junto a un autorretrato de la artista; según dicen, el emperador colocó ambas obras en su cámara y la invitó a ser pintora de su corte. También fue invitada por Felipe II de España y el Archiduque Ferdinando, pero, ante la insistencia de su padre, Marietta rechazó todas las ofertas que la alejarían de Venecia y la casa de su familia. Tanto fue el apego paterno, que sólo permitió que se casara cuando Mario Augusta, un acaudalado joyero, accedió a vivir en la misma casa.


Retrato de un Anciano y muchacho (1585)


Retrato de Ottavio Strada (1567-68, Stedelijkmuseum, Amsterdam)


Dama veneciana - Museo del Prado

Marietta murió de parto luego de cuatro años de haber contraído matrimonio, a la edad de treinta años, dejando a su padre en un profundo pesar del que, según dicen, no pudo recuperarse. Cuenta la tradición que Jacopo la retrató cuando yacía muerta en su lecho (según Fries Ellet, un artista pintó a Tintoretto transfiriendo al lienzo los rasgos aún bellos de su hija muerta). Sus restos fueron depositados en el panteón familiar de la iglesia de Santa Maria dell’Orto rodeada por varias pinturas del Tintoretto, quien la acompañó cuatro años después, cuando unas fiebres terminaron con su vida.

A pesar de haber tenido numerosas comisiones, como lamentablemente ha ocurrido con muchas mujeres artistas, las obras de Marietta no han perdurado, se han perdido o han sido confundidas y englobadas dentro de la producción de Jacopo Robusti. Recién en el año 1920 fue descubierta la característica “M” de su firma en el famoso cuadro “Retrato de un Anciano con un Niño”, atribuido anteriormente al Tintoretto.

Fuente: mujerespintoras.blogspot.com

 

 

   
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