HAROLD PINTER

Harold Pinter, ganador del Premio Nobel de Literatura en
2005, murió en Londres el 24 de diciembre a los 78 años,
tras luchar varios años contra el cáncer.

 

Dramaturgo y poeta británico, guionista, actor y director, a lo largo de su trayectoria, Pinter, nacido el 10 de octubre de 1930, ha escrito obras para teatro, cine, radio y televisión.

Sus primeros contactos con el mundo artístico los tuvo a través de sus estudios en la Academia Real de Arte Dramático. Por ese entonces, publicó poesías y comenzó a incursionar en el teatro como actor, bajo el seudónimo de David Baron. Considerado el máximo exponente del arte dramático inglés de la segunda mitad del siglo XX, recibió el premio Nobel de Literatura en 2005. “En sus obras desvela el abismo escondido bajo las charlas de cada día y constriňe a entrar en las salas cerradas de la opresión”, ésta fue la motivación de la Academia de Suecia al abjudicarle el Premio.

Estaba considerado junto a Samuel Beckett, Ionesco y Jean Genet, como uno de los padres de la dramaturgia moderna.

En sus obras era muy importante el uso de la palabra y el ritmo de las mismas, y es por eso que se considera que sus obras constituyen prácticamente partituras musicales donde el actor descubre hasta los puntos de respiración.

Ubicado en el extremo opuesto del naturalismo, en Pinter la palabra no es descriptiva, ya que sus diálogos, en apariencia insignificantes, reticentes y evasivos -a veces contradictorios-, esconden intimidaciones, advertencias, riesgos.

Harold Pinter nació el 10 de octubre de 1930 en el barrio de Hackney, en el popular East End londinense, en el seno de una familia judía. Al estallar la II Guerra Mundial fue separado de sus padres y evacuado a la campiña inglesa. Aquella separación, traumática para él, iba sin embargo a alimentar su imaginación y la mirada introspectiva de su teatro.

Regresó a Londres en 1944 y, tras un breve paso por la Royal Academic of Dramatic Art (1948-1949), se declaró objetor de conciencia y se negó a cumplir el servicio militar. Respecto de ese hecho diría en 2005: "En 1949, con 18 años, fui objetor de conciencia en protesta contra la determinación de los poderes occidentales por ir a la III Guerra Mundial. No quería involucrarme en semejante locura de la raza humana. Acababan de morir millones de personas en la II Guerra Mundial y ya estaban preparándonos para el próximo conflicto"

Comenzó entonces a escribir sus primeros poemas y a actuar en varias compañías de repertorio en gira por las islas Británicas.

Pinter inició su hoy extensa obra teatral (“He escrito veintinueve obras y creo que probablemente sean suficientes”) en 1957 con The Room (La habitación), siendo desde entonces los cuartos cerrados, con muy pocos personajes, los escenarios de muchos de sus dramas. Inmediatamente, en 1958, le seguiría The Birthday Party (La fiesta de cumpleaños), pieza que la crítica maltrató (se estrenó en el West End y fue retirada del cartel una semana después de la primera representación), lo que llevó al incipiente dramaturgo a plantearse la posibilidad de abandonar la escritura aun antes de comenzar realmente su carrera.

Pese a estas reticencias, en 1959 su suerte cambió con The Caretaker ( El guardián); en contra de lo ocurrido dos años antes, la obra fue un éxito y supuso su primer reconocimiento público. Durante la década de 1960 Pinter conformó una serie de obras que delimitaron su peculiar estilo, repleto de silencios (dramas escritos en un lenguaje elusivo, a veces cómico, pero que genera un ambiente de amenaza y alienación), que se conocería como pinteresco. “Devolvió el teatro a sus elementos básicos: un espacio cerrado y un diálogo impredecible, donde la gente está a merced de cada uno y las pretensiones se desmoronan […] descubre el precipicio que subyace en las diarias cuestiones cotidianas y fuerza la entrada a los cuartos cerrados de la opresión”, sostuvo la Academia Sueca tras la concesión del Nobel.

Títulos como A Night Out (Una noche de juerga, 1959, su obra más realista), Night School (Escuela nocturna, 1960), The Lover (El amante, 1963), The Homecoming (Retorno al hogar, 1964), Landscape (Paisaje, 1967) o Silence (1968) lo convirtieron en una figura del teatro británico, cuya influencia sería determinante para toda una generación de dramaturgos.

fuentes:
www.biografiasyvidas.com

Revista de Artes Nº 12
Enero/Febrero 2009

Buenos Aires - Argentina
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