Revista de ArteS
Buenos Aires - Argentina
Edición Nº 34
Septiembre / Octubre2012
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Literatura

 

La dinámica de la literatura

Mery Díaz Michel

 La idea del arte que se origina en el juego e interpretado como tal procede desde la antigüedad, se detectan indicios ya en Platón. En literatura seguimos la teoría lúdica de Kant, luego la de Shiller, de Jean-Marie Guyau, de Herbert Spencer, de Johan Huizinga que dijo:”La poesía nace en el juego y como juego”, de F.J.J. Buytendijk, de Henri Delacroix y la redondeamos con José Ortega y Gasset quien afirmó:”El hombre mejor nunca es el que fue menos niño sino al revés…” y con Raúl H. Castagnino que reafirmó aquello de “Los genios tienen alma de niño y poeta es quien conserva el alma infantil”. El juego en el niño es creación momentánea, no supone ningún propósito salvo la acción y el efecto recreativo pero el juego en el arte es placer estético en una creación que aspira a la belleza y a la permanencia.
Por lo tanto, la poesía es juego del espíritu, es elevación, es libertad, es evasión, es necesidad de expresión y su ámbito es el tiempo así como el espacio lo es del pintor. La literatura no es estática porque la naturaleza no lo es y por ende el hombre tampoco lo es, de ahí que Catagnino aseveró: “La literatura es dinámica, un continuo realizarse y problematizarse en permanente transformación, superando toda uniformidad”.
Dicha dinámica se genera en un motor que lleva en sí el lenguaje en uso, la visión y la interpretación del mundo de cada época y la tecnología correspondiente. Es muy pronto para definir la transformación que se producirá a partir del siglo XXI porque estamos inmersos en el proceso de cambio, por el momento sólo nos queda observar las redes de Internet, el incremento del intercambio cultural e intelectual, la expansión de las telecomunicaciones, las nuevas tecnologías y su intrusión en el arte.
Por consiguiente, Laura Isola se refiere a “estos tiempos post literarios que tienen nuevos fundamentos” y a “Face Book y Twitter como fenómenos imparables de la hiperconectividad que llevará a un cambio inevitable”.
Complemento su opinión con frases de Pedro Juan Gutierrez, escritor y pintor cubano:
“El alejamiento del juego y de la magia significa abandonar el asombro, es decir, abandonar la poesía”.
“La poesía es libertad total… Cuando escribo un poema soy el ser más libre del universo”.
 “No voy a hablar de cómo se produce en el mundo el alejamiento del juego y de la magia y de la pérdida creciente de la capacidad de asombro… Todos lo sabemos porque vivimos en la misma trampa aunque es de mal gusto reconocerlo en voz alta. Sabemos que es así. Sin embargo desperdiciamos la vida intentando alcanzar cosas insustanciales. Por consiguiente hemos perdido el rumbo… en medio del caos y el vértigo creciente en que vivimos”.
Mi percepción es similar a la de ellos, desde mi propia perspectiva, desde la pequeña ciudad donde vivo, enfrentando igual que todos, los cambios acelerados, el caos incontenible, la crisis de valores, el desequilibrio del planeta, los inconcebibles adelantos científicos y que el arte, aturdido, comenzó a bosquejar.
Por eso cuán lejos están los claroscuros de Rembrandt de las pinturas abstractas de la actualidad con técnicas nuevas y experimentales donde el público tiene la posibilidad de interactuar con las obras expuestas o de una muestra plástica que gira alrededor de un par de zapatos o de las pinturas digitales y de las fotografías que se transforman en bellas piezas de arte.

 

 

 



En escultura, el David de Miguel Ángel está a cientos de años luz de las actuales esculturas inverosímiles que perdieron sus pedestales para interactuar con el público o para trocarse en esculturas sonoras que implican la creación de nuevos instrumentos musicales, el director de cine británico Peter Greenway manifiesta “que la tecnología del cine ha caducado y que el meta-cine de las próximas décadas tendrá que responder a dos cosas: la interactividad y una experiencia cultural de tres dimensiones”, emerge el ballet narrativo con un avance espectacular en la capacidad corporal, aparece el pequeño teatro óptico de Pierrick Sorin, los músicos que interpretan los sonidos de la lluvia porque captan que el movimiento y el sonido constituyen la conexión armónica del universo. En literatura, el tradicional soporte de papel se siente amenazado por los E-books y no podemos ni siquiera imaginar qué otra tecnología aguarda en el futuro, por ahora, tenemos los citados libros y revistas digitales, los kindles y los blogs literarios.
No sólo se ha introducido la interactividad en el arte sino que, apuntalado por las nuevas tecnologías, irrumpe la interdisciplinariedad. Ayer las disciplinas artísticas estaban bien delimitadas, hoy se tiende a borrar esos límites al relacionar la pintura, la música, la escultura y la escritura. Además no se tiende a la permanencia sino a lo efímero quizás así se visualiza esta época de cambio acelerado.
Es indudable que en la era actual surgen nuevos paradigmas culturales y científicos, la informática barre todas las fronteras y el conocimiento alcanza en todos los campos horizontes inimaginables. Y comenzamos a percibir otra realidad. Hoy contemplo el esplendor del cielo nocturno pero sé que infinidad de esos destellos luminosos son vestigios de luz de estrellas que murieron millones de años atrás, sólo son luces espectrales de un cielo que parece real pero es mentira, no veo el presente sino el pasado, por consiguiente, ya no tiene el sabor de lo eterno, de lo mágico. Se explora la mente y su soporte, el cerebro, lo cual nos lleva a pensar qué ocurrirá si aprendemos a comunicarnos telepáticamente; se susurra que la pasión por un hombre o una mujer es una enfermedad del cerebro y además hace su aparición el sexo virtual. Por otra parte, la ingeniería genética ha creado células capaces de reproducirse y se han iniciado las terapias con células-madre, se presentan nuevas formas de concepción humana, de nacer y de morir. Y es posible que se logre la fusión del hombre con la máquina para crear un ser poshumano, transhumano o posbiológico. Recordemos que Deep Blue, la máquina que juega al ajedrez, lo venció a Kasparov, el campeón mundial de ajedrez y que Avida desarrolla la evolución de los organismos digitales. En forma paralela, hay una apertura y un cuestionamiento acerca de la idea de Dios, el paraíso y el libre albedrío. Es posible que se abran puertas en la física cuántica, en la metafísica y en la parapsicología que permitan dilucidar incógnitas, sabríamos cómo funcionan los milagros, se borrarían la superstición y el lastre negativo de ciertas creencias populares inadmisibles. Lo enumerado es sólo la punta del iceberg de un avance, en el ámbito científico y en el laboratorio, que marcha en progresión geométrica y nos arrastra hacia una inevitable transformación.
A pesar de este alud que se precipita sobre nosotros aún perduran los poetas deslumbrados por la belleza, por el asombro y por la magia del mundo. Quizás al aquietarse el caos del cambio, dejemos a un lado nuestro afán de perseguir lo banal, lo intrascendente y así surja el rumbo hacia los valores elevados que permitan encontrar el verdadero sentido de la vida y de admitir que la humanidad conforma una sola unidad dentro del todo indivisible que es la naturaleza.

     
 
   
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