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Uso de la palabra MINKA en Sudamérica

La expresión "minka" es una palabra quechua que en castellano se pronuncia "minga" o "minca". Hace referencia a una antigua tradición de trabajo comunitario o colectivo con fines de utilidad social.
Es un sistema que se usa en Latinoamérica desde la época precolombina y que se sigue practicando actualmente, principalmente en Perú, Ecuador, Bolivia y Chile. 
Puede tener diferentes finalidades tales como el traslado de casas o la cosecha de papas y trigo, entre otras. 
Una característica de la minka es que siempre hay una retribución (que puede ser en especies) para quienes han ayudado y una promesa de reciprocidad en el futuro. 
Durante el Imperio inca era la forma básica en que se efectuaba el trabajo al interior de las comunidades (ayllu), pero también se practicaba para el beneficio de territorios mayores, como parte de los servicios que cada ayllu prestaba al conjunto de la sociedad.

Minka y creación colectiva

La Minka es una forma de movilizar la mano de obra, la fuerza del trabajo, dentro de una comunidad bajo el principio de reciprocidad.
Puede usarse para la "construcción" (de una casa por ejemplo) pero también para otras tareas que no implican"producción" o "creación".
El beneficiario directo de la actividad realizada puede ser una familia, en todo caso no es toda la comunidad que participa en ella. Aunque del uso de la minga se beneficia indirectamente el conjunto de la comunidad ya que se pueden realizar tareas que si no serían inalcanzables.

Una de sus aplicaciones más conocidas en Chiloé es la tiradura de una casa que consiste en trasladar la ubicación de una casa. Las razones que motivan el traslado pueden ser entre otras, la necesidad de acercarse a un camino o la adquisición de un terreno nuevo. La complejidad de la tarea demanda varios días de trabajo y la presencia de carpinteros experimentados. Para lograrlo se sacan los cimientos de la construcción y se colocan vigas de madera que cumplen la función de los patines de un trineo. Se sacan puertas y ventanas y el interior se refuerza con puntales para que no se deforme durante el trayecto. La casa se ata a yuntas de bueyes, toros o a tractores y se arrastra lo que sea necesario. En ocasiones también es necesario llevarla a través del mar.

Fuente: http://netart.iua.upf.edu

 

© Revista de Artes Nº 8 - Febrero 2008
Buenos Aires - Argentina