Revista de Artes
Edición nº 14

Mayo / Junio 2009
Buenos Aires
- Argentina


vestuario - accesorios

 

María Callas y
las joyas de sus personajes de ópera

María Anna Kalogeropoulos, que pasaría a la inmortalidad como María Callas, causó una impresión inolvidable en su público cuando se presentó por primera vez en escena en la Arena di Verona. María Callas debutó en agosto de 1947.

La entonces desconocida cantante cantó en la ópera "La Gioconda", en Verona. En esta ocasión llevó sobre su cabeza una pequeña corona de oro creada en el Atelier Marangoni, de Milán.

A partir de este momento, María Callas subiría a todos los escenarios portando casi exclusivamente las joyas de este taller. 

Ha trascendido que Maria Callas adoraba las joyas, no sólo desde el punto e vista estético  y  como complemento del vestuario y la escenografía, sino por  considerarlas un verdadero talismán,  imprescindible para tener éxito en la actuación.

La soprano creía firmemente que las joyas enaltecían a sus personajes operísticos, por lo que solía intervenir personalmente en la creación y diseño  de las mismas.

Su esposo -el acaudalado Giovanni Battista Meneghini- cada vez que Maria incorporaba un nuevo papel a su repertorio le obsequiaba una joya auténtica. Ella las lucía sobre el escenario para que le dieran suerte junto a las piezas de Marangoni.

Para La Traviata su marido le regaló un enorme anillo de esmeraldas. Y fue  Lucchino Visconti, que la dirigió en la Scala de Milán en 1955, quien la persuadió  para que no  mezclara joyas auténticas  y bijouterie con el fin de mantener la fidelidad a la época en que transcurría la escena, por una cuestión de rigurosa ambientación -mérito que hizo famosas las puestas en escena de Visconti en cine, teatro y opera.

El insistió en utilizar joyas genuinas de ese periodo o alcanzar una reproducción usando las técnicas de manufactura del momento. Con un diseño de Lila de Nobili, Marangoni creo un sorprendente collar cristalino con rubíes y bellas perlas barrocas de Swarovski.


La Traviata


Fedora


Anna Bolena

 

La empresa Marangoni cooperaba con destacados diseñadores y grandes personalidades del mundo del cine y del teatro.

En base a ideas de los directores de cine Franco Zefirelli y Luchino Visconti, o de la famosa diseñadora Lila de Nobili elaboraba joyas de extraordinario valor artístico.

Fundado en 1940, por Ennio Marino Marangoni, el Atelier Marangoni pronto se hizo popular durante el periodo de posguerra por sus exquisitas creaciones para los escenarios y la gran pantalla.

Símbolo de exquisitez en las piezas para la escena, Marangoni continuó creando piezas para la Callas y otras estrellas de la ópera como Renata Tebaldi, Giulietta Simionato, Mario Del Monaco, Giuseppe di Stefano y, más recientemente, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y Joan Sutherland. El taller también ha producido piezas para Rudolf Nureyev, Marilyn Monroe, Audrey Hepburn, Giulietta Masina, Elton John, Carla Fracci, Madonna, Melanie Brown y Nicole Kidman.

En 1999, el Atelier Marangoni pasó a formar parte del Grupo Swarovski. Fue entonces que Rinaldo Albanesi, vicepresidente de la empresa,  descubrió una auténtica colección de piezas creadas para los escenarios y la gran pantalla, entre ellas las de Maria Callas.

Esas joyas históricas, lucidas entre 1947 y 1961, catalogadas cuidadosamente, fueron preparadas para realizar una exposición itinerante internacional. La exposición exhibe fotografías, programas de ópera y más de veinte vitrinas con joyas de escena.

La  primera exhibición -compuesta de casi 70 alhajas y cuyo valor se estima en unos 400.000 euros-  se inauguró en Verona en agosto de 2003luego más de un millón de personas contemplaron las piezas en Milán.

En 2004, la colección se expuso en Viareggio, en ocasión del Festival Puccini, y en Montecarlo, donde el gran número de visitantes obligó a posponer dos veces su clausura. La última cita de ese año fue Parma, Italia.

En 2005, la colección viajó hasta la Ópera Estatal de Viena, Salzburgo y, más tarde, se expuso en la Royal Opera House, Covent Garden, Londres, hasta enero de 2006.

De allí, las famosas piezas se dirigieron a Praga y Buenos Aires, luego a la Metropolitan Opera House de Nueva York , Japón, Berlín y Barcelona en 2008.

En la muestra en Buenos Aires, durante 2006, se puso especial énfasis en la presentación de Maria Callas de 1949 en el Teatro Colón -meta de todo artista de la lírica mundial en ese momento- que según el especialista Andrea Scaurdelli marcó el inicio de su gran consagración como diva lirica.

La atmósfera mágica de la muestra está acentuada por grabaciones de arias interpretadas por Callas, nacida en 1923 en EE.UU, de familia griega. Tuvo como maestra a la española Elvira de Hidalgo. Destacó como intérprete por excelencia de las protagonistas femeninas de Donizetti y Bellini. Falleció en 1977 en París de un ataque cardíaco, poco antes de cumplir los 54 años.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Revista de Artes Nº 14 - Mayo / Junio 2009
Buenos Aires - Argentina

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