Revista de ArteS
Buenos Aires- Argentina
N° 23
Nov./ Dic. 2010

Metallic-Art

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INDICE TEMATICO GRAL.

El Haiku, poesía pura

Comprender  de manera total un Haiku, no es una tarea  fácil para un  occidental por la diferencia cultural existente entre oriente y occidente, especialmente en la manera de aprehender y explicar el mundo y las cosas.

Un haiku es poesia pura, ajena a los engranajes  intelectuales que estructuran un poema. Sabemos que la poesia no puede explicarse. Mediante escasas sílabas, el haiku incita y desencadena ciertas reacciones implícitas en palabras que despiertan “el sentido de una clave”. Aparentemente, esta clave confirmaría la acción simbólica del poema estimulando la libre asociación de ideas.

 

 

 

 

 

 

 

 

Un ruido dulce
interrumpe mi sueño.
Gotas de lluvia sobre el follaje.

Matsuo Basho (1644 - 1694)

 

Todos los elementos del haiku tienden a despertar una emoción estética por vía de la sugerencia.
Sugerir y aproximar la emoción serían las formas más acertadas para un acercamiento a esta poesía
que, si bien ofrece elementos de la realidad, los desarrolla con gran economía de descripción, llegando
a proponer una visión incompleta que el lector completará libremente. En este sentido se acerca al
proceso de la poesía occidental contemporánea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No riñáis jamás,
Vosotras, hechas para ayudaros
Entre sí,
Aves de travesía.

Kobayashi Issa (17631827)

 

La diferencia con la poesía de Occidente reside especialmente en que el haiku busca la representación
del mundo real, justificándose como una forma de vida, como una religión, acelerando así su
anexamiento a la existencia, a las cosas, a los sentimientos y a las acciones. Al asegurar que la cultura
y la religión son “una manera de vivir”, el japonés está admitiendo la preeminencia del pensamiento
sobre las acciones, aunque de un pensamiento que, como anota un maestro zen, equilibra y antepone
la dualidad “ético-estética”.

 

 

 

 

 

 

 

En la vieja casa
que he abandonado,
los cerezos florecen.

Kobayashi Issa (17631827)

 

En todo haiku, la comprensión profunda es mucho más compleja, siendo necesario  poseer un conocimiento específico de la cultura india, china y japonesa.
Posee una  conexión bastante profunda con el budismo zen, ya que el Haiku es una forma del zen, esto
no significa que el haiku pertenezca al zen, sino más bien que el zen pertenece al haiku.

 

 

 

 

 

 

 

Un pequeño niño
Que comienza a reir,
Y las sombras del otoño que caen...

Kobayashi Issa (17631827)

 

El haiku no expresa pensamientos o ideas sino la realidad misma de las cosas: la esencia pura de las
cosas, basada en la intuición, en la simplicidad y en la no-intelectualidad.

El elemento intelectual se halla ausente, y cuando se lo admite como fusionado o asimilado a la “intuición poética”, resulta difícil —o tal vez imposible— separar sus partes.

Suzuki expresa que cuando se toma una cosa, se la toma justamente con todas las cosas. Así, una flor
es la primavera y una hoja muerta es el otoño, o todos los otoños. Un haiku puede ser grave o alegre, religioso, satírico, amoroso, piadoso, irónico, encantador o melancólico, pero siempre deberá implicar el más alto sentimiento poético. La naturaleza es el elemento equilibrante, ya que esta siempre gravita alrededor del hombre. En el haiku la alusión es todavía mas comprimida. El recuerdo de una flor
interpreta al cerezo en flor y con él a la primavera; el sonido de una campana puede indicar la puesta
del sol; la hierba sobre la tumba, el verano; la ausencia de risas o cantos de los niños, la calle, el otoño
o el invierno… Esto es lo inmediato y explicable, y  utilizando la asociación de ideas. El poeta en el Haiku, intenta asociar indirectamente hechos o sentencias budistas, costumbres sociales, episodios históricos y
los convierte en una sola identificación: “La montaña es la montaña, y sin embargo no es la montaña. Yo soy yo, y la montaña es ella, y sin embargo yo soy ella y ella es yo. En definitiva, este panteísmo
conceptual va a ser rescatado por el poeta, que prolongara humanamente el destino de las cosas y  los seres.

Según la apreciación budista, todas las cosas, humildes, grandes, triviales o excelsas, sólo son parte de una totalidad que debe recuperarse con la mera alusión. Una hoja es suficiente  para identificar el bosque, una gota descubre el mar y junto a él aparecerán las mareas, el flujo, los  reflejos, el movimiento, la seducción de esa grandeza que lame las numerosas costas. Un contraste aumenta el valor de las emociones, basado en la oposición. Así una gran campana, nos lleva a la nocion de sonido horadando el aire… Si en esa campana se halla posada una mariposa durmiendo, la imagen cobra una desmedida fuerza…
Eñ haiku es un poema corto de 17 sílabas formadas por 3 versos de 5, 7, y 5 sílabas.
Masunaga Teitoku (1562-1645) escribió sobre   la luna:          

Para todos los hombres
He aquí la simiente de la siesta:
Luna de otoño…

El poeta trata de sugerir que la belleza de la luna en la noche de otoño es tan subyugante, que si alguien se siente atraído por su belleza y contemplación, necesitara el reposo de la siesta…
Un haiku es una obra de arte tan sutil y tan excelsa que necesita una completa identificación con su conocimiento, para su asimilación. Quien lo logre, asistira a una experiencia creativa única…

 

 

 

 

 

 

 

 

Luna llena; 
Vago a través de la noche,
En torno al estanque…

Matsuo Basho (1644 - 1694)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para mi fatiga
Un albergue… Mas oh,
¡Estas glicinas!

Matsuo Basho (1644 - 1694)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Puerta entornada.                                   
Me acuesto en el silencio,
Placer de la soledad.

Matsuo Basho (1644 - 1694)

 

Fuente:
Los tres maestros del Haiku. Torres Agüero Editor. 1976, Buenos Aires, Argentina. Introduccion de Osvaldo Svanascini.

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